El cine español ha demostrado en los últimos años una notable capacidad para reinventarse y sorprender con historias originales que combinan géneros y estilos. En este contexto, Para entrar a vivir, la nueva película del director zaragozano Pablo Aragüés, se perfila como una propuesta innovadora dentro del panorama cinematográfico nacional. Esta comedia con tintes fantásticos no solo plantea una premisa intrigante sobre los deseos y la felicidad, sino que también destaca por su fuerte vínculo con Aragón, tanto en su rodaje como en su equipo técnico y artístico.
Desde su estreno en festivales, Para entrar a vivir ha llamado la atención del público y la crítica por su enfoque fresco y su capacidad para mezclar el realismo con la fantasía. La película, protagonizada por Bárbara Goenaga y Gorka Otxoa, nos sumerge en una historia que parte de un hecho cotidiano —la búsqueda de una casa— para llevarnos a una reflexión más profunda sobre lo que realmente nos hace felices.
Un argumento que combina lo cotidiano con lo fantástico.
La historia sigue a Ana y Maxi, una pareja de treintañeros que, tras un sinfín de visitas a pisos y largas esperas, finalmente encuentra la casa de sus sueños. Un hogar amplio, luminoso y perfecto en todos los sentidos. Sin embargo, lo que parecía un golpe de suerte pronto se transforma en algo más complejo cuando descubren que la casa tiene una cualidad muy particular: cumple todos sus deseos.
Al principio, la posibilidad de pedir cualquier cosa y verla materializarse parece un auténtico regalo. Un sofá más grande, una nevera llena de comida exquisita, una televisión de última generación… Todo es posible. Pero conforme los deseos van en aumento, Ana y Maxi comienzan a enfrentarse a las consecuencias de vivir en un entorno donde nada requiere esfuerzo y donde el límite entre la felicidad y la insatisfacción se difumina.
Este planteamiento permite a la película explorar temas universales como el materialismo, la codicia y la eterna búsqueda de la felicidad. ¿Es posible ser plenamente feliz cuando todo se consigue sin esfuerzo? ¿Hasta qué punto valoramos las cosas solo cuando las obtenemos con sacrificio? Con un tono de comedia inteligente, el guión de Pablo Aragüés introduce reflexiones profundas sin perder dinamismo ni frescura.
Rodaje en Aragón: Un cine comprometido con su tierra
Uno de los aspectos más destacados de Para entrar a vivir es su vinculación con Aragón. Desde sus inicios, Pablo Aragüés ha apostado por filmar en su tierra natal, y en esta ocasión, las localizaciones elegidas refuerzan la identidad visual y emocional de la película.
El rodaje se llevó a cabo en Zaragoza, Cariñena y Bujaraloz, tres enclaves aragoneses que aportan autenticidad a la historia. Zaragoza, con su equilibrio entre lo tradicional y lo moderno, sirve como escenario perfecto para la vida de los protagonistas. Cariñena y Bujaraloz, por su parte, añaden una estética más rural y evocadora, reforzando la sensación de aislamiento y extrañeza que la historia necesita en determinados momentos.
Esta decisión no solo enriquece la película a nivel narrativo, sino que también pone en valor la riqueza paisajística de Aragón como plató natural. En los últimos años, la región se ha convertido en un destino atractivo para producciones audiovisuales, gracias a su diversidad de escenarios y a las facilidades ofrecidas por instituciones como la Aragón Film Commission.
Un reparto de lujo y un equipo técnico de primer nivel
El éxito de Para entrar a vivir no solo radica en su original historia y en la dirección de Aragüés, sino también en su reparto y equipo técnico.
La película está protagonizada por Bárbara Goenaga (Los cronocrímenes, Ane) y Gorka Otxoa (Pagafantas, Fe de etarras), dos actores con una gran trayectoria en cine y televisión, cuya química en pantalla refuerza la evolución de la historia. Su interpretación logra transmitir con naturalidad el paso del entusiasmo inicial al desconcierto y la inquietud conforme su hogar se convierte en un escenario de deseos descontrolados.
Junto a ellos, encontramos a nombres de peso como Luisa Gavasa, una de las actrices más respetadas del cine español, conocida por su papel en La novia (por el que ganó un Goya); Jorge Usón, actor y humorista aragonés con gran presencia en teatro y televisión; Kira Miró, quien aporta carisma y frescura a su personaje, y Berta Vázquez, que refuerza el elenco con su energía y versatilidad.
En el apartado técnico, destaca la dirección de fotografía de Adrián Barcelona, que juega con la iluminación y la composición para subrayar los momentos más surrealistas de la historia. La banda sonora, a cargo de la cantautora Zahara, añade una capa emocional extra a la narrativa, con melodías que oscilan entre la melancolía y la ensoñación.
Recepción en festivales y expectativas para su estreno
Desde su primera proyección en el Festival de Cine de Comedia de Tarazona y el Moncayo, Para entrar a vivir ha generado una gran expectación. La película ha sido recibida con entusiasmo por la crítica especializada, que ha elogiado su guión original, su ritmo ágil y el trabajo de sus protagonistas.
Los espectadores han destacado su capacidad para mezclar humor y reflexión sin caer en tópicos, así como su estética cuidada y su uso inteligente de los efectos visuales para representar los deseos de los personajes.