El rodaje de Venom: El último baile, la tercera entrega de esta exitosa saga de Marvel, marcó un antes y un después para Aragón. Sus paisajes icónicos y su capacidad para acoger grandes producciones hicieron de esta región el lugar ideal para dar vida a las intensas escenas de acción que caracterizan la película. Con un impacto que va más allá de la pantalla, este proyecto trajo consigo beneficios culturales, económicos y promocionales que posicionan a Aragón como un epicentro del cine internacional.
Donde los superhéroes y la naturaleza se encuentran
Aragón ofreció al equipo de Venom algo que pocas regiones pueden: escenarios con una fuerza visual incomparable. Dos localizaciones fueron las protagonistas de las secuencias rodadas en esta tierra:
- Murillo de Gállego y el río Gállego: Famoso por sus rápidos, este lugar no solo aportó un entorno dinámico y vibrante, sino que se convirtió en el espacio ideal para recrear las aguas salvajes que aparecen en la película. Las escenas de acción grabadas aquí capturan la intensidad de un entorno natural que no necesita efectos especiales para brillar.
- Mallos de Riglos: Con sus formaciones rocosas que desafían la gravedad, los Mallos de Riglos no solo son un paraíso para los escaladores, sino también una joya cinematográfica. Su impresionante presencia aportó una atmósfera épica y dramática a las secuencias rodadas en Aragón.
Estas localizaciones no son solo un fondo visual; son protagonistas que enriquecen la narrativa y refuerzan el vínculo entre el cine y el entorno natural.
Luces, cámara… ¡y beneficios para Aragón!
El impacto del rodaje de Venom en Aragón no se quedó en la gran pantalla. Durante varias semanas, las localidades cercanas al río Gállego experimentaron un auge económico sin precedentes. Hoteles, restaurantes y proveedores locales encontraron en esta producción una oportunidad única para colaborar con una superproducción de Hollywood.
Se estima que cientos de miles de euros se inyectaron en la economía local, mientras que los negocios de Murillo de Gállego y sus alrededores disfrutaron de una ocupación del 100%. Además, la presencia del equipo de rodaje trajo consigo una promoción indirecta para el turismo, mostrando al mundo los tesoros naturales de Aragón.
Superando desafíos: Aragón al nivel de Hollywood
Rodar en entornos naturales como el río Gállego y los Mallos de Riglos supone retos técnicos y logísticos que requieren una planificación minuciosa. Desde gestionar permisos medioambientales hasta garantizar la seguridad en terrenos abruptos, cada detalle fue cuidadosamente supervisado con el apoyo de la Aragón Film Commission.
A pesar de las complejidades, la producción de Venom logró superar todos los obstáculos, consolidando la reputación de Aragón como un lugar preparado para acoger rodajes internacionales. Esta colaboración entre la industria del cine y las instituciones locales demostró que la región está lista para convertirse en un destino clave para las superproducciones.
El legado de Venom: Aragón como tierra de cine
La llegada de Venom a Aragón refuerza una trayectoria en la que la región ha ido ganando protagonismo en la industria cinematográfica. Desde la épica El Reino de los Cielos hasta el reciente rodaje de Daryl Dixon, Aragón ha demostrado ser un escenario versátil capaz de acoger producciones de cualquier género.
El éxito de Venom no solo pone a Aragón en el mapa del cine global, sino que también allana el camino para futuros proyectos que busquen escenarios únicos y un apoyo logístico de primer nivel. Con la colaboración de instituciones como la Aragón Film Commission, esta región se consolida como un referente en el cine internacional, donde los paisajes se convierten en parte esencial de las historias que cautivan a millones.
